Por Carlos Jiménez

Esta frase que hemos elegido para el título de este artículo tiene al menos dos interpretaciones importantes, por sus connotaciones para los negocios.
La primera de ellas está referida a las necesidades de los usuarios y el lugar que ocupan los teléfonos celulares en lo que podríamos denominar la pirámide de necesidades de telecomunicaciones. De manera similar a la célebre pirámide de Maslow, que clasifica las necesidades humanas, desde las más básicas –que ocupan la base de la misma- hasta aquellas consideradas superiores, los celulares estarían en la base de esta figura geométrica, ya que hoy en día se han convertido en un artículo de primera necesidad. Es por ello que los teléfonos celulares son el centro de atención de muchas actividades cotidianas, por ejemplo en cualquier film que veamos estos dispositivos móviles forman parte importante de la trama, si los olvidamos en casa, somos capaces de regresarnos con tal de recuperarlos.  Esta posición que ocupan los móviles en las necesidades nos indica las grandes oportunidades que existen en este mercado, donde estos dispositivos pueden ser el trampolín para numerosos y novedosos servicios. Por supuesto, entendiendo que ahora más que nunca este medio es personal y los usuarios serán más recelosos de recibir comunicaciones fuera de su interés.
La segunda connotación que se deriva de la base de la pirámide tiene que ver con el concepto emitido por el autor Prahalat en su libro la Riqueza en la Base de la Pirámide, donde a pesar de que la mayoría de la población mundial tiene menos ingresos, como conglomerado se constituyen en un gran mercado.  Y es que la alta penetración que este servicio ha alcanzado en las mayorías o los también llamados grupos de menores recursos económicos, es muy elevada. De hecho, hoy en día casi todos los adultos poseen al menos un teléfono y esto hace que la distribución socioeconómica de los usuarios sea similar a la de la población venezolana, por lo que los usuarios de la telefonía móvil pertenecen a las llamadas mayorías. Esta situación hace que más de un 60% de los ingresos de este sector se generen en estos grupos que deben ser investigados con disciplina si realmente se les quiere conocer y cautivar. No es suficiente que se le brinde a este gran segmento lo que queda de los mercados Premium. Hay que sumergirse en este grupo y segmentarlo aun más allá de las tradicionales clasificaciones socioeconómicas.
En Venezuela, ya más de tres cuartas partes de la población posee al menos un dispositivo móvil y por ello hay casi tantos dispositivos como personas en esta tierra de gracia. En un futuro muy cercano, así como los SMS fueron acogidos con los brazos abiertos por este mercado, el acceso a Internet a través de un móvil será cosa del día a día. ¿Están las empresas preparadas para aprovechar las oportunidades y enfrentar las amenazas que se deriven de esta nueva realidad? Más vale que sí