Con un crecimiento superior al 100% en la penetración de uso de las redes sociales no es sorprendente que todos quieran estar allí y saber cómo funcionan. Y es que tenemos ya varios años donde al menos uno de estos medios ha sido protagonista. En 2007 se hablaba de YouTube, en 2008 de Facebook y este pareciera sin duda ser el año de Twitter. También en años anteriores, otros medios sociales como los blogs y los sitios para compartir fotos tuvieron su momento de fama, aunque con menor penetración e impacto que los primeros.
Dos características principales permiten determinar si un sitio de Internet pertenece a la llamada Web 2.0. La primera de ellas se refiere a la posibilidad de generar contenidos por parte de los mismos usuarios. Aquello que estaba reservado para los programadores o usuarios avanzados con conocimientos de codificación ahora está a la mano de todos con aplicaciones sencillas de utilizar. También es una característica de la Web 2.0, la formación de comunidades, donde los usuarios comparten el contenido que han creado. Se trata entonces de crear y compartir contenidos, pero también de influir en otros de forma que este contenido sea comentado por parte de sus audiencias.
En 2003 los blogs abrieron el camino, igual que sitios como Amazon, donde los compradores evaluaban sus experiencias con el producto, orientando e influyendo sin duda en los compradores potenciales. Esta Web 2.0 se fue abriendo a las imágenes y después a los vídeos y el audio, gracias al crecimiento de la banda ancha.
Ya hablar de la Web 2.0 como fenómeno no es novedad, ya que se convirtió en un fenómeno masivo de mercado. Por ejemplo, más de un 90% de los usuarios participa en alguno de estos medios, protagonizado por el más masivo de todos, los videos.
Sin embargo, aún estas interacciones se dan en las computadoras personales y ahora es cuando los accesos a través de los teléfonos móviles comienzan a crecer. La incorporación de los teléfonos celulares a esta tendencia no sólo tiene una implicación preponderante por sumar una masa de usuarios muy superior a la que usa el Internet-PC, sino que da pie para hablar de una Web al cuadrado, donde los usuarios son los que siguen generando contenidos y compartiéndolo en sus comunidades, como en la Web 2.0, pero con agregados de información que hacen la experiencia más constante y real como fotos y videos de ocasiones específicas.
Es en esta Web al cuadrado donde un usuario le manda una foto a su esposa mostrándole un producto en el supermercado, sólo para asegurarse de que es el que debe llevar a su casa. Pero también es esa Web donde los usuarios se articulan para una protesta política y comparten las fotos, comentarios y notas de voz. Esta Web, así como lo está teniendo la Web 2.0, tendrá su impacto en los negocios. En un próximo artículo trataremos sobre cómo las empresas deben aprovecharlos.