Nuestro nuevo estudio revela cómo han cambiado los hábitos de los usuarios conectados y hacia dónde se dirigen las oportunidades para las marcas

En su vigésima edición, el estudio El Consumidor Digital Latinoamericano, ofrece una radiografía completa del comportamiento digital en la región y presenta un hallazgo clave: el surgimiento del “consumidor inteligente”, un usuario más conectado, informado y exigente que utiliza la tecnología no solo para comprar o entretenerse, sino para tomar mejores decisiones en su vida cotidiana.

“Hace veinte años el reto era conectarse; hoy el desafío es saber para qué estar conectado”, señala Carlos Jiménez, conferencista y director de Tendencias Digitales. “El consumidor inteligente no solo usa la tecnología, sino que la convierte en una herramienta para crear valor, comparar, aprender y decidir con más criterio”.

Una región permanentemente conectada

Según los resultados del estudio, más del 80% de los latinoamericanos tiene acceso a internet, y el smartphone es el dispositivo dominante: nueve de cada diez usuarios lo utilizan para conectarse. El promedio regional de uso supera las seis horas diarias, lo que refleja una vida cada vez más digitalizada.

A pesar del avance, la satisfacción con la calidad del servicio aún presenta desafíos en algunas zonas, especialmente en países con brechas de infraestructura. Sin embargo, la tendencia es clara: América Latina se ha convertido en una región “siempre conectada”, donde las oportunidades para las marcas dependen de su capacidad de adaptarse a los distintos contextos de conexión.

Entre el entretenimiento, la información y la interacción

El estudio revela que las redes sociales continúan siendo el eje de la vida digital del usuario latinoamericano. WhatsApp, YouTube, Instagram y TikTok concentran la mayor parte del tiempo en línea, aunque también se percibe una fatiga digital creciente: cada vez más personas han considerado hacer un “detox digital” para desconectarse temporalmente.

A la par, el consumo de medios ha migrado al entorno digital. El streaming superó a la TV tradicional, los podcasts ganan terreno, y la confianza en la información se convierte en un factor decisivo. Solo una minoría considera “muy confiable” el contenido de las redes, lo que plantea un desafío para las marcas en términos de credibilidad y transparencia.

El proceso de compra se redefine

Los consumidores ya no siguen un camino lineal hacia la compra. Más de la mitad consulta su teléfono mientras está en una tienda física, comparando precios o buscando reseñas antes de decidir. Las redes sociales y los buscadores se consolidan como los principales habilitadores de compra, mientras que la confianza y la protección de los datos personales siguen siendo condiciones esenciales para la conversión.

“Hoy el consumidor está dispuesto a compartir sus datos si percibe un beneficio claro, como ofertas o experiencias personalizadas”, explica Jiménez. “Pero exige transparencia: las marcas deben ganarse la confianza, no comprarla con descuentos”.

Ecommerce y pagos digitales en expansión

El comercio electrónico ya forma parte del día a día de los usuarios conectados. Ocho de cada diez encuestados han comprado por internet en el último año, destacando las categorías de moda, tecnología, alimentos y viajes. Los marketplaces siguen liderando, aunque crecen las compras en tiendas propias de marcas y emprendedores a través de redes sociales.

En medios de pago, las transferencias y billeteras digitales se consolidan como alternativas preferidas, mientras que el efectivo pierde terreno. Este fenómeno refleja una maduración del ecosistema digital y la rápida adopción de soluciones locales de pago móvil en países como México, Perú y Venezuela.

Inteligencia Artificial: el nuevo aliado del consumidor

El estudio también revela el avance de la inteligencia artificial en la vida cotidiana. Más de la mitad de los usuarios ha utilizado alguna aplicación de IA en el último año —desde chatbots hasta asistentes de voz o traductores automáticos— y un número creciente las incorpora en su proceso de compra.

Aunque persisten preocupaciones sobre privacidad y sesgos algorítmicos, la mayoría valora el potencial de estas herramientas para facilitar decisiones y mejorar la experiencia de consumo. Según Jiménez, “no se trata solo de automatizar tareas, sino de usar la IA para anticiparse a las necesidades del cliente y ofrecer valor real”.

El poder del consumidor inteligente

El Consumidor Inteligente representa la evolución natural de dos décadas de transformación digital en la región. Es un usuario informado, empoderado y consciente, que busca experiencias auténticas y marcas con propósito.

“El futuro del mercado no dependerá de quién tenga más datos, sino de quién sepa convertir esos datos en conocimiento y ese conocimiento en valor”, concluye Jiménez. “Ese es el verdadero desafío para las empresas en la era del consumidor inteligente”.

Puedes leer el artículo completo de Carlos Jiménez respecto a este tema aquí: El Consumidor Inteligente