Por Carlos Jiménez y Luis Vicente León
Primero porque ya cuenta con casi un tercio de la población mundial conectada (30% para el año 2011) y más en Latinoamérica donde la adopción es superior al tercio (39% para el año 2011), mientras en Venezuela alcanza un 37,6%. Si este porcentaje no es suficiente, entonces hablemos de valores absolutos. Son casi 2.000 millones de usuarios en el mundo, 200 millones en Latinoamérica y más de 10 millones en nuestro país.
Aunque esta cifra es de por sí importante, se puede agregar que la tasa de crecimiento es tan elevada, que se prevé que en breve más de la mitad de la población estará conectada, con una penetración aún mayor en los niños y adolescentes, indicando que en poco tiempo los nativos digitales serán la mayoría de la población.
Los medios electrónicos están teniendo un rol preponderante en el proceso de decisión de los consumidores y, aunque un poco más lento pero seguro, también de los electores.
Es difícil que un cibernauta no recurra hoy a Internet cuando planea una compra o no se entere a través de este medio del acontecer político de su país. Internet influye en su comportamiento desde la generación de la necesidad, la búsqueda de información, la valoración de las alternativas, la decisión de compra o voto y los comentarios posteriores sobre su experiencia. En una consulta reciente de Tendencias Digitales, un tercio de los usuarios latinoamericanos declaró buscar información política y de campañas electorales, cifra 80% superior a la del año anterior
Incluso el fenómeno de las redes sociales, que inicialmente algunos vieron como una experiencia de interacción entre amigos, está demostrando ser una gran oportunidad para interactuar con públicos objetivos.
Pese a que la penetración de Internet en Latinoamérica viene creciendo, la mayor parte de la población no la utiliza. Se presenta una brecha digital en cada país y entre los diferentes países. Esta brecha podría ser tan compleja como la clásica diferencia entre ricos y pobres, sexo, edad, escolaridad, raza y lugar de residencia.
Su importancia radica en la relación lineal entre tecnología y desarrollo. Es decir, a medida que un país (o persona) tiene mayor acceso a la tecnología sus posibilidades de desarrollo lucen más favorables y viceversa.
En el caso venezolano, la mayor brecha se produce por nivel educativo y no por ingresos. Sólo 7% de las razones para no usar Internet se vinculan al costo, mientras que el desconocimiento destaca en primer lugar con un 41%. Así mismo, la brecha digital es multitecnología, debido a que no sólo se refiere al acceso a Internet sino a la banda ancha, seguida del acceso en los hogares.
¿Qué viene en camino?
Muchas compañías, de la mano de los medios sociales, han tenido la oportunidad de saborear los medios digitales y comprobar que Internet funciona. Ya los medios electrónicos han superado a algunos medios tradicionales en alcance, con una exposición mediática y un involucramiento mayor. Difícilmente las empresas dejarán por fuera los medios electrónicos, mucho menos cuando la penetración se acerca a lograr la mayoría de la población (+ del 50%). Los próximos dos años serán sin duda un punto de inflexión para la publicidad en los medios digitales.
La población en general, los profesionales y los políticos han adoptado ampliamente la Web 2.0, no sólo a través del crecimiento de las redes sociales como Facebook y Twitter, sino de la transformación de muchos sitios Web en medios sociales, donde los usuarios participan publicando, comentando y compartiendo contenidos. Sin embargo, esta «socialización en la Web» se profundizará a través de usos adicionales como el comercio social y la geolocalización -por mencionar algunos- así como a través de las conexiones móviles que propician el intercambio social en tiempo real. También Internet seguirá acercándose hacia el «living room», dejando de ser una herramienta exclusiva para las oficinas y salas de estudio.
Se observará una mayor movilidad en las conexiones y un aumento de la convergencia de los equipos. La movilidad se vincula con un aumento en la penetración de los teléfonos móviles y sus posibilidades de conexión a Internet, así como al aumento del internet móvil que ofrecen las operadoras para la mayor cantidad de computadoras portátiles y netbooks que colonizan el mercado. Pero esta movilidad también involucrará nuevos dispositivos, con conexión a Internet y que han venido ganando espacios, tales como las consolas de vídeojuegos y las tabletas.
Tanto para las empresas, las personas y los políticos (que algunos piensan que no es lo mismo) es fundamental entender que cada vez máss estarán conectadas a Internet y este medio está teniendo una mayor influencia en la forma como ellas deciden. Es muy probable que sus competidores ya estén utilizando Internet «ganando una ventaja de ser el primero» en su mercado.
¿Qué hacer?
1) Conocer en qué proporción y de que manera el mercado meta que atienden está usando los medios electrónicos, 2) Definir cómo Internet puede ayudarlos en sus objetivos y 3) Incluir los medios electrónicos en sus planes de mercadeo y campaña.
En efecto, en el futuro, la brecha podría medirse en términos de las personas, empresas y políticos que supieron leer la oportunidad que Internet les brindaba y las que no… y entre ellos podría haber un abismo. Sólo usted decide en que lado de ese abismo se quiere ubicar
*Este artículo fue publicado en la edición 102 aniversario del diario El Universal dedicada a la tecnología. Si desea revisarla haga clic aquí.