Por Carlos Jiménez
Hace poco más de diez años la pantalla del televisor monopolizaba la atención de los consumidores. Un alcance muy alto a nivel nacional la hacía el medio por excelencia para publicitar un producto o servicio. Con el surgimiento de Internet, las computadoras han venido ganando espacio, así como los teléfonos móviles, que a pesar de su elevada penetración ahora es que empiezan a participar con el surgimiento de los dispositivos inteligentes y las conexiones móviles a Internet. Pareciera entonces que los consumidores actualmente se exponen ante tres pantallas: la TV, la computadora y el teléfono móvil y, en un futuro cercano, probablemente a las tabletas, que buscan su espacio para convertirse en la cuarta pantalla.
Estas pantallas no son excluyentes a priori. Definitivamente habrá cierta sustitución porque el tiempo de los consumidores es limitado y muchos de ellos pasan cada vez más horas en la calle (tendencia global). También algunos jóvenes han dejado de ver televisión para pasar más tiempo en frente de sus computadoras. Sin embargo, dependiendo del uso, cada dispositivo brinda una experiencia que puede colocarlo en el tope de las preferencias. Por ejemplo, ver una película en una pantalla de 42 pulgadas será una opción preferida versus verla en un teléfono móvil (a menos que estés en la calle), así como leer un libro será una actividad más propia de una tableta.
En un estudio realizado por Tendencias Digitales, los cibernautas preferían las computadoras para navegar en Internet, aunque las tabletas figuraban en segundo lugar en un índice de preferencia ajustado por la penetración de cada uno de estos dispositivos. Esta preferencia es sin embargo general y queda por entender cómo se posiciona cada dispositivo según el uso que le dé el consumidor
Por ahora seguiremos atentos a cómo evoluciona el mercado y cuánto espacio ganan las recién llegadas tabletas. Esta será una de las tendencias que conversaremos en el evento Tendencias Digitales 2011: http://bit.ly/qXRmJ2.
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*Este artículo fue publicado en el diario El Universal el 30 de septiembre del 2011